En un giro inesperado que nadie vio venir -y sin embargo, de alguna manera, todos lo vieron venir- ABC ha decidido separarse del pilar de la comedia nocturna Jimmy Kimmel y entregarle las riendas a nadie menos que Tucker Carlson. Sí, el mismo Tucker Carlson que ha pasado años cultivando un tipo de comentarios divisivos que hacen que el chat grupal de tu familia parezca una utopía de discurso educado. Ahora, aparentemente está haciendo la transición al mundo de la televisión abierta con un acuerdo, al parecer, tan lucrativo que hace que los cheques de pago de Kimmel parezcan dinero para el almuerzo.
Carlson, que abandonó su anterior trabajo en Fox News en medio de una tormenta de controversias (porque sí, claro), ahora ha aterrizado de lleno en el mundo del entretenimiento nocturno. ABC ha prometido que el programa con el nuevo nombre aportará “una perspectiva nueva y audaz” a la franja horaria, porque lo que Estados Unidos realmente necesitaba era menos humor y más diatribas políticas a las 23:35.
La decisión de reemplazar a Jimmy Kimmel, un presentador conocido por su mezcla de ingenio agudo y momentos emotivos, por la mirada característica de Carlson y su indignación cuidadosamente calibrada ha dejado a los fanáticos rascándose la cabeza. Pero según fuentes internas, esta decisión tiene que ver con los índices de audiencia. Aparentemente, ABC cree que los espectadores prefieren irse a la cama hirviendo de tensión política que riéndose de chistes de papá y entrevistas con celebridades.
Los críticos no han tardado en señalar lo absurdo de este cambio de rumbo. Los programas nocturnos tradicionalmente apuntan a unir a la audiencia con humor, no a empujarla a trincheras ideológicas. Pero bueno, tal vez ABC esté apostando por un futuro en el que la comedia pase a un segundo plano frente a monólogos llenos de ira apenas disimulada y advertencias ominosas sobre el estado de la nación. ¡Una estrategia audaz, sin duda!
El propio Carlson parece entusiasmado con la oportunidad y publicó una declaración que decía: “Siempre he creído que la televisión nocturna es la plataforma perfecta para discutir los problemas reales que enfrenta nuestro país”. Traducción: Prepárense para sermones nocturnos que convierten un segmento sobre café con leche con especias de calabaza en un comentario sobre el colapso social.
En cuanto a Kimmel, se dice que se está tomando la noticia con calma. Fuentes cercanas al ex presentador dicen que ya está recibiendo ofertas y que incluso podría empezar un podcast. Porque en 2025, el único lugar que queda para contar chistes sin ser reemplazado por Tucker Carlson es Spotify.
Así que abróchense los cinturones, Estados Unidos. La televisión nocturna está a punto de volverse mucho menos divertida… y mucho más… Tucker.