Ver un grupo de perros callejeros en la calle no es raro en la mayor parte del mundo. De hecho, se ha vuelto bastante común en las últimas décadas.
Sin embargo, una cosa que todavía me rompe el corazón es ver a una mamá perra caminando con sus cachorros tratando de encontrar alguna manera de alimentarlos, incluso viviendo en condiciones difíciles.
Lo mejor que se puede hacer en esta situación sería pedir ayuda para tener una oportunidad. En esta historia hablaremos sobre Hope for Paws y uno de los rescates más difíciles que tuvieron recientemente.
Un rescate muy problemático
Cuando los rescatistas de Hope for Paws recibieron un mensaje de texto sobre una mamá perra asustada y sus bebés que vivían en las calles de un pequeño pueblo de California, respondieron a la llamada.
Al parecer, ella acababa de dar a luz y estaba tratando de proteger a sus cachorros, por lo que no dejó que nadie se acercara a ellos.
Pero los rescatistas tuvieron que intentar algo. Los pobres cachorros nacieron en condiciones muy difíciles y necesitaron ayuda de inmediato.
Después de llegar al pueblo, intentaron encontrar a esta familia de perros, y les tomó un tiempo. Uno de los rescatistas encontró a la mamá escondida cerca de unas ramas de olivo.
Estaba muy aterrorizada por lo que podrían hacerles a los bebés, así que empezó a gruñir y ladrar. Le dieron algo de comida con la esperanza de calmarla.
Sin embargo, ella solo se lo comía y luego comenzaba a ladrarles nuevamente. Esto era problemático, por lo que tuvieron que idear algún tipo de plan para ayudarla a tranquilizarse un poco.
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Una misión de rescate exitosa
Le dieron algo de comer y luego le pusieron una correa. Cuando se dio cuenta de eso, inmediatamente comenzó a entrar en pánico y a tratar de huir.
Sus rescatistas vieron que se retorcía, pero no podían dejarla regresar para que no pisara a sus cachorros por accidente.
Después de un poco de lucha, pudieron colocarla en una pequeña perrera y finalmente estaba a salvo. En tan sólo unos momentos, fue casi como si todo hubiera cambiado para ella.
Parecía que se dio cuenta de que no estaban allí para hacerle daño, sino para ayudarla. Luego encontraron a sus tres cachorros y se dieron cuenta de que estaban bien.
Sólo tenían diez días de nacidos, pero gozaban de buena salud, por lo que fue una gran noticia para los rescatistas.
Ahora era el momento de llevarlos de regreso a Los Ángeles, donde podrían llevarlos a un refugio para recibir el tratamiento adecuado.
Recibieron un baño tibio y mucha comida y agua. La madre, ahora llamada Disney, también tuvo una cita con el peluquero y después de eso cambió por completo.
Llevará algún tiempo, pero los trabajadores del refugio planean encontrarles una familia adecuada en unas semanas. Hasta entonces, finalmente podrán descansar y relajarse un poco tras vivir en condiciones tan duras.