Científicos chilenos han identificado un ciprés patagónico de cuatro metros de espesor conocido como el bisabuelo como el árbol vivo más antiguo del mundo, superando al actual récord por más de 600 años.
Crédito de la imagen: Alerce Milenario.
En un estudio sobre el árbol conífero, también conocido como Alerce Milenario, Jonathan Barichivich, científico chileno del Laboratorio de Ciencias del Clima y Medio Ambiente de París, descubrió que el árbol podría tener hasta 5.484 años, al menos 600 años más que el ex contendiente. Según The Guardian, Maisa Rojas, ministra de Medio Ambiente de Chile y miembro del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU, calificó la noticia como un “descubrimiento científico maravilloso”.
Conocido en español como alerce, el ciprés patagónico (Fitzroya cupressoides) es un árbol originario de Chile y Argentina, perteneciente a la misma familia que las secuoyas gigantes.
Barichivich tomó una muestra del bisabuelo en 2020, pero no pudo llegar al núcleo con el taladro que utilizó. Luego utilizó modelos informáticos para determinar la edad del árbol, teniendo en cuenta factores ambientales y variaciones aleatorias.
Como todavía no ha podido contar completamente los anillos anuales del árbol, Barichivich aún no ha publicado una estimación de la edad del árbol en una revista científica, pero, como ha indicado, espera poder compensarla en los próximos meses.
De confirmarse los resultados, el Alerce Milenario sería 600 años más viejo que el pino liso conocido como Matusalén en California, de 4.853 años de antigüedad, considerado actualmente el árbol más antiguo del mundo.
Matusalén, el antiguo candidato al árbol más antiguo del mundo, es un pino erizo de la Gran Cuenca (Pinus longaeva) de 4.853 años de antigüedad que crece en lo alto de las Montañas Blancas del condado de Inyo, en el este de California. Crédito de la imagen: Yen Chao
El bisabuelo vive en el ambiente fresco y húmedo del Parque Nacional Alerce Costero, y sus fisuras brindan refugio a musgos, líquenes y otras plantas.
Según Barichivich, el árbol está amenazado por el hecho de que los visitantes del parque puedan caminar alrededor de su tronco, así como por las sequías provocadas por el calentamiento global.
Alerce Milenario en todo su poder. Crédito de la imagen: faoch
Según el instituto forestal de Chile, las plantaciones madereras en el sur del país cubren más de 2,3 millones de hectáreas, ya que la producción de celulosa es una industria importante para el país.
Si bien las plantaciones exóticas de pino y eucalipto, sedientas de agua, representan el 93% de esta superficie total, en Chile se perdieron más de 780.000 hectáreas de bosque nativo entre 1973 y 2011.
Sólo podemos esperar que el bisabuelo y sus homólogos en el desierto sobrevivan a la actividad humana.