El fotógrafo de vida salvaje Christian Sasse ha dedicado casi 20 años de su vida a fotografiar águilas. A pesar de haber tomado innumerables fotografías y vídeos de las aves rapaces, hay un encuentro especial con águilas que destaca por encima del resto.
Sasse estaba recientemente en un viaje fotográfico a una zona remota de las afueras de Vancouver cuando se topó con un enorme grupo de águilas. No podía creer lo que veía: había innumerables aves en aguas poco profundas, bañándose y socializando.
Sasse no quería otra cosa que tomar algunas fotografías de lo que estaba viendo, pero sabía que tenía que ser paciente. Si hacía notar su presencia, todos se irían volando.
“Las águilas son muy asustadizas”, dijo Sasse a The Dodo.
Le tomó varios días conducir su auto hasta el estanque de las águilas y dejarlo allí para que se acostumbraran. Una vez que se sintieron cómodos con la presencia de su auto, pudo tomar algunas fotografías.
“Normalmente, lo que hago es tomar muchas de estas fotografías sin trípode, lo que implica tomar una lente enorme en la mano, contener la respiración durante al menos 30 segundos y tratar absolutamente de no moverme en absoluto”, dijo Sasse.
El día que Sasse pudo capturar un video de las águilas, había al menos 1000 de ellas en el estanque. Para Sasse, fue fascinante observar su comportamiento. Si bien muchas personas pueden pensar que las águilas son aves principalmente solitarias, según Sasse, en realidad son increíblemente sociales.
“Por muy caótico que parezca, en realidad tienen una gran jerarquía social en la forma en que se bañan, se quitan el pelo y hacen cada cosa”, dijo Sasse.
Sasse publicó un video de las águilas en su página de Facebook para el deleite de sus espectadores, y un comentarista describió acertadamente la reunión como una “convención de águilas”.
Si bien los biólogos de vida silvestre entienden mucho sobre el comportamiento de las águilas, estas “convenciones” siguen siendo en su mayoría un misterio.
“En lo que respecta a estas grandes reuniones sociales, no se sabe absolutamente nada”, dijo Sasse.
El misterio que rodea el motivo por el que las águilas calvas se reúnen en grupos tan grandes es parte de lo que hizo que presenciarlo fuera tan memorable para Sasse.
“Es una experiencia muy especial que, Dios mío, te hace estremecer”, dijo Sasse.