Los perros son seres cuyo mundo entero gira en torno a su humano favorito. Si les das un poco de amor y atención, te lo devolverán cien veces más y serán leales por el resto de sus vidas.
Desafortunadamente, muchas personas no son conscientes de esta bendición y se toman a la ligera el amor canino, lo que a menudo conduce a situaciones desgarradoras. Esto fue exactamente lo que presenció una pareja de buen corazón cuando escucharon el llanto de un perro abandonado que yacía indefenso en el bosque.
El pobre canino fue leal a su querido dueño hasta el final, pero le correspondió de la peor manera posible. Sin embargo, estas dos buenas personas quedaron tan conmovidas por su desafortunado destino que decidieron hacer todo lo posible para ayudarlo.
Recuperación difícil
Aunque Ursu, como se llamaba este perro, estaba destrozado por dentro y por fuera, estas dos almas bondadosas aún podían ver un rayo de esperanza en sus ojos. Esto fue exactamente lo que más los motivó a ayudarlo y darle una nueva oportunidad en la vida.
Luego de que lo acariciaron y le dieron mucho cariño para que se relajara al menos un poco, uno de ellos lo tomó suavemente en sus brazos y lo cargó hasta el auto. Como estaba en pésimo estado, lo llevaron inmediatamente al veterinario.
Tan pronto como el veterinario examinó a Ursu, descubrió que tenía líquido en la cavidad abdominal. Aparte de eso, estaba muy desnutrido y sufría una deficiencia de nutrientes. En definitiva, su estado era bastante crítico y necesitaba cuidados intensivos para sobrevivir.
Es por eso que sus rescatistas tuvieron que dejarlo en la clínica veterinaria hasta que se recuperara. Afortunadamente, finalmente estaba en buenas manos ya que los veterinarios estaban haciendo todo lo posible para que se sintiera mejor. Le dieron todos los medicamentos necesarios, comida nutritiva y mucho amor.
Aunque tuvo que permanecer en la clínica durante varias semanas, Ursu poco a poco empezó a recuperarse, ganando fuerza y ganando peso. Pero, lo más importante, la sonrisa empezó a regresar a su rostro.
Era el mejor indicador de que Ursu estaba en camino de completar su curación y de que se acercaba el comienzo de su nueva y feliz vida.
¡El lo hizo!
Después de varias semanas de recuperación muy difícil, tanto física como emocional, Ursu finalmente adquirió las condiciones para recibir el alta.
Era su nuevo comienzo y sólo sus salvadores eran más felices que él. Por eso decidieron brindarle un hogar de acogida hasta que encontrara una familia definitiva.
Sin embargo, esta pareja se unió tanto a Ursu que ya no podían imaginar la vida sin él. A los pocos días decidieron adoptarlo.
Lo colmaron de tanto amor, cuidado y atención que Ursu se convirtió en el perro más feliz de su nuevo hogar. Cuando recordamos que hace sólo unas semanas lo dejaron tirado, impotente y llorando, nos damos cuenta de lo especiales que son estos momentos.
La historia de Ursus es un recordatorio de que incluso en los tiempos más oscuros, todavía hay personas a las que les importa. Pero también es un llamado a la acción para que todos tratemos a nuestros mejores amigos caninos con el respeto y la amabilidad que merecen.